sábado, 25 de agosto de 2018

SUBIRSE AL CARRO


Voy a hablar de nuevo de las crisis de pareja, quizás porque veo demasiado la televisión en su apartado de programas del corazón y todos los días escucho que tal actriz, o modelo o futbolista, o… se han separado.

En las relaciones de pareja hay que “currar”, y mucho, para que la relación funcione. Me decía una psicóloga a la que acudí con un problema de estrés ansioso, que el matrimonio es como un carro tirado por dos bueyes, lo normal es que el carro vaya ágil y que ambos bueyes tiren hacía la misma dirección del carro. Puede ser que en alguna circunstancia uno de los bueyes tenga la mala pata de fracturarse una mano y en ese espacio de tiempo, cuando se está curando la fractura, sólo uno de los bueyes tire del carro y este siga andando bien, pese al sobreesfuerzo que hace SÓLO uno de los bueyes.

A la contra será en otro momento cuando el buey que tiró tenga que descansar y subirse al carro por un tirón muscular…. PERO, hemos de procurar que lo de subirse al carro sea mínimo porque la pareja se cansa, se satura y corre el riesgo de que se rompa.


Comunicación, sexo, tener el mismo criterio educativo con los hijos y además consensuarlo en el dormitorio entre adultos, el dinero, los gastos, la gestión del tiempo libre…. Serán factores fundamentales en la pareja, pero no viene mal un autoanálisis personal en si estoy haciendo dentro del matrimonio todo lo que puedo, si estoy aportando al 100%, o quizás me estoy escaqueando.

Tomar contacto con las emociones no viene mal, la mayoría de las veces pagamos nuestras frustraciones, desavenencias y malos humores con las personas indebidas que tenemos más cerca y a las que maltratamos con un comportamiento generado en el trabajo, con los amigos, otros miembros de la familia, etc,

Antes de afrontar una situación que no podemos dominar conviene hacer una pequeña pausa, respirar por la nariz, relajarse, tomar distancia y si eso no fuera suficiente decirle a tu pareja que hoy ha sido un día malo que disculpe si no estás muy hablador. He puesto aquí directamente un hombre, si el caso fuera el de una mujer lo aconsejable es dejarla que vomite todas las palabras que le vengan a la boca, sin parar y en modo de escucha y una vez recogido todo lo hablado no hacer nada, la mujer sólo necesita escucharse y contar las cosas, no necesita consejos, ni que le arregles la situación, ella después de la verborrea es muy capaz sóla de encontrar sus propias respuestas.

Conviene de vez en cuando echar la vista atrás y volver a cuando os conocisteis y porque estáis juntos, se pierde un poco el origen de nuestro amor cuando pasa el tiempo y la rutina se posa como el polvo en los muebles.

Y sobre todo hay que tener confianza en la otra persona, a todos los niveles, personal, profesional, como padre o madre. Esta confianza sólo se conseguirá a través de hablar mucho, de contaros las cosas, de saber de la otra persona, de ser cómplice y estar alerta de lo que habla dice y sueña la persona que vive contigo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario