viernes, 23 de febrero de 2018

UNA RECETA DE VIDA


En tres recipientes con agua hirviendo, coloca en uno de ellos una zanahoria; en el segundo, un huevo; en el último agrega dos o tres cucharadas de café.

Respeta los tiempos de cocción de cada uno de los alimentos, colocados en el agua hirviendo.

Notarás que la zanahoria, antes de cocinarse era rígida, dura y muy difícil de romper; después de ser hervida en el agua, se transforma en un cuerpo blando y muy fácil de aplastar con un tenedor.

El huevo, con su apariencia frágil y con un espíritu fluido, tras pasar por agua hirviendo, parece no haber sufrido transformaciones; sin embargo, al romper su cáscara, comprobarás que esa fluidez se ha endurecido, al igual que su corazón o yema.

El café, en cambio, tiñó el agua hirviendo y hasta le dio aroma y sabor.

La adversidad actúa con los seres humanos, como lo hizo el "agua hirviendo" con la zanahoria, el huevo y el café.

¿Cómo te consideras ante las adversidades?... ¿Eres zanahoria, huevo o café?

¿Tienes una apariencia de dureza y rigidez como una zanahoria, difícil de romper, que ante una circunstancia adversa de la vida se ablanda a punto de deshacerse en la depresión?

¿O eres como el huevo?... ¿Tanto que su espíritu se endurece como su corazón, a tal punto que, cuando llega una oportunidad de amar, ni siquiera te das cuenta de que tus sentimientos se han bloqueado?
U
¿Quizás como el café?... y eliges convertir tus adversidades en verdaderos “desafíos” de la vida, en verdaderas “oportunidades” para aprender y fortalecerse.


miércoles, 21 de febrero de 2018

CUANDO DECIR NO ES DIFICIL


Decir que “no”, es uno de los aprendizajes que las personas suelen iniciar en la edad adulta. ¿Por qué?, quizás porque de niños y niñas, nos enseñan a ser obedientes, a no llevar la contraria, a ser buenas personas.

Hay que compartir, tienes que darle a tu amiguito, hay que ser solidario, tienes que… dar lo tuyo, de tu “ego” más tuyo a los demás.

Este aprendizaje se hace de forma inconsciente, es de la programación oscura y dura de la primera educación, por eso cuesta mucho llegar a ella y cuestionarla. Cuando de adultos ante la petición de hacer o no un favor, nos encontramos con la programación inconsciente y nuestro nuevo modo de reaccionar, osea cuando decimos “si”, pero queremos decir “no”, es cuando podemos observar el dilema al que nos enfrentamos.

Queremos decir NO, pero no sabemos como hacerlo, nos sentimos culpables, avergonzados y no encontramos la tecla adecuada para que de nuestra voluntad salga ese “no” rotundo que en el fondo buscamos.

Hay libros: “Cuando digo “no”, me siento culpable”, “No sigas “si”, cuando quieres decir “no””, “El arte de decir NO”. Todos ellos pedirán de tu presencia, en el presente y preguntándole a tu ombligo que es lo que quieres. Sólo tu puedes hacer esta tarea y dar el paso de decir NO. Es una tarea que nadie puede hacer por ti.

Este paso se da poco a poco, a veces después de lamentarse por haber dicho que si, las personas nos sentimos, rabiosas, decepcionadas y con pesar, nos sentimos cobardes o fáciles de manejar o …., es natural que nos sintamos así, después de haber traicionado nuestro propio YO, pero es bueno que nos sintamos así.

Una vez hayamos sentido la necesidad de negar, de decir no, de no colaborar, de no asistir,… ha llegado la hora de decirlo de forma asertiva, con lo que yo llamo las muletillas, “va a ser que no” (es mucho más largo, pero más fácil de decir), “me lo pienso o me lo tengo que pensar” ( eso me da margen, desanima a la otra persona y puede dar el resultado de “he pensado que no”) “no lo quiero hacer”, “no lo puedo hacer”, “no me viene bien”,…o cualquier otra que te sirva para tomar distancia de la respuesta de forma inmediata y te deje coger fuerza para responder lo que tu quieres.

Es un ejercicio fácil dentro de las habilidades sociales, y cuanto más se practica mejor sale, a medida que se va diciendo va a ser que no, se van perdiendo sílabas y llega una pregunta en la que la respuesta es tan sólo NO. Ese día podremos decir que esta lección esté aprendida.

Aunque no siempre será fácil decir “no sin sentirse culpable”, mientras estamos aprendiendo, o cuando tenemos que tomar algunas decisiones importantes. En ese caso las prioridades mandan, pero eso es motivo de otra discusión.


martes, 13 de febrero de 2018

CERRAR PUERTAS


En la vida ocurre como en los armarios, siempre hay cosas que no son de temporada, no nos sirven por talla, o simplemente han acabado su ciclo ...

Es conveniente echar un vistazo a nuestro ahora y desde el presente ver lo que ya no nos sirve, por muy importante, glamuroso o genial que nos halla resultado en su momento. Hay que utilizar demasiada energía manteniendo cosas y cajas que ya no usamos. Una energía que podríamos aplicar a nuestro momento actual, en nuevos objetivos, en el avance de nuestra vida que poco a poco se abre camino dentro del crecimiento.

Hay cierta nostalgia en desprenderse de esas cosas que han sido nuestras y nos traen recuerdos, pero nada mejor que dejar espacio en nuestra vida para poder vivir la con toda intensidad.

Cerrar puertas, dejar de aferrarnos a un pasado ausente y dar tiempo a nuestro nuevo modo de ser y de vivir, al futuro que creamos con cada paso.

jueves, 8 de febrero de 2018


El final de algunos cuentos …

Algunos cuentos terminan demasiado pronto, dejan las cosas en el momento de tensión feliz, en boda y ganando el grupo de los buenos, pero…

¿Qué le paso a Blanca Nieves, a Cenicienta, a la Ratita Presumida, después de la boda?
Pues, lo que pasa en la rutina y la vida diaria, el príncipe terminó su permiso de boda y se fue a cazar con sus amigos y la pobre Blanca Nieves a bordar con su suegra.

La Cenicienta llamó a la costurera para hacer el vestuario de primavera y las cortinas del salón nuevo.

La Ratita, ya no tan presumida quedó embarazada de su primera camada, limpiar y guisar, …

Todo el día ocupada en cien cosas que no hemos elegido, que no forman parte de nuestro deseo, de nuestra ilusión. Un final esperado, porque la vida de demasiadas personas es una vida esperada, prevista, una vida sin tonos agresivos, todo es grises en una zona confortable.

Los cuentos ya nos dicen como ser felices, lo que no hacen es decir como cada cual debe ser feliz a su manera, como los miles de corazones laten ante diferentes estímulos, como cada niño, niña y persona trans, vibran y sueñan ante un futuro realizable o no, dependiendo del esfuerzo, del número de intentos, del ímpetu que se ponga en ello.

Por eso ahora que soy más madura elijo otros cuentos, cuentos en los que los límites de la vida no se pueden distinguir, en los que cada cual puede crear y llegar a ser quien quiere. Ahora elijo fábulas, enseñanzas de maestros, dichos, leyendas, … para mi son regalos que me hace la vida para seguir abriendo caminos, para crecer sin parar en mi ansia de saber, de conocer y experimentar.

Ahora leo “La Princesa que creía en cuentos de hadas” y me permite poner cada cosa en su lugar, al príncipe hay que educarlo desde el principio y antes de aceptar la relación saber si de verdad es un príncipe, si desea ser parte de una pareja. Indicios que encuentras en “¿Eres mi media naranja?, tras saber que “El Caballero de la Armadura Oxidada”, tampoco es una persona feliz escondiendo sus emociones.

Ahora leo libros de pareja, donde el amor deja de ser una enfermedad para ser una planta, una planta rara, difícil y delicada que hay que cuidar, que se ha de proteger y alimentar todos los días. En la que más que la competencia, reina la cooperación, la compasión, la ternura y sobre todo los recuerdos de porque nos enamoramos de esa persona, en demasiados casos se nos olvida y primamos otros valores.

Ahora leo libros de los de toda la vida, porque el saber, la filosofía y los buenos consejos ya están en los clásicos, después de 30 siglos, no hemos inventado nada que no se dijera en la plaza de Atenas o en cualquiera de sus escuelas.

Todos los caminos conducen a Roma, pero cada cual lleva su propio mapa, cada quien su propio objetivo, un destino trazado donde el libre albedrío traza nuevos senderos que andar, una huella indeleble que no todos los caminantes pueden ver, por eso tan sólo anda tu vida y disfruta de la gente que encuentres en el camino ….