miércoles, 14 de marzo de 2018

AMAR DEMASIADO AL HOMBRE EQUIVOCADO...


Las mujeres que “aman demasiado” son aquellas que se sienten atraídas por hombres problemáticos, distantes, inaccesibles. Mujeres que luego quedan enganchadas a situaciones conflictivas por haber formado pareja con un hombre “difícil”.

Suelen inspirar admiración o lástima en su entorno. Son responsables y emprendedoras, pero con poco amor propio, baja autoestima y escasa asertividad. Desconocen sus derechos y les da vergüenza pedirlos porque creen no merecerlos. Aguantan lo indecible y, sin embargo, disculpan a sus parejas. Sueñan con lo que podría ser y así “quedan pegadas” a lo que no funciona, ni las hace felices.

Rechazan a los hombres “agradables” porque les resultan aburridos, monótonos e insípidos. En cambio les es fácil sentirse atrapadas por el hombre distante, egoísta, falto de compromiso e incluso tendente a tener adicciones. Esta relación funciona como una droga para ellas y llegan a obsesionarse tanto por él, que descuidan sus propios intereses: familia, amigos, trabajo, aficiones, e incluso sus hijos.

Viven en una continua ansiedad, donde el pan de cada día es el esfuerzo por entender a su pareja, cambiarla o lograr la atención del hombre “elegido”. Un poco más de amor, de aguante, de paciencia, de tiempo, de salud, …

Gastan sus energías, agotan el llanto y llegan a la desesperación. Para ellas estar enamoradas es sufrir.





Características emocionales: Mujeres que aman demasiado”, de Robin Norwood
- Necesitan dar afecto, sentirse necesitadas.
- Reaccionan emocionalmente frente a hombres inaccesibles.
- Nada les parece demasiado esfuerzo si creen que con ello pueden ayudar a su hombre.
- Esperan que él reaccione, conservan la esperanza y se esfuerzan para que él cambie.
- Aceptan más del 50 % de la responsabilidad de lo que no funciona en la pareja.
- Su amor propio es bajo, por ello “quedan pegadas” a lo que no funciona ni las hace felices.
- Necesitan controlar a sus hombres y sus relaciones, pero lo disimulan bajo la apariencia de ser “útiles”.
- Están mucho más en contacto con sus sueños que con su realidad.
- No hay atajos para salir del patrón de amar demasiado.
- Cada mujer que ama demasiado, se auto-engaña, se dice que su problema no es tan grave.

Darse cuenta de que son víctimas, empezar a buscar lo que es bueno para ellas, recorrer el camino hacia la recuperación es todo un desafío. Porque si bien es cierto que la vida es difícil para toda mujer que “ama demasiado”, más aún lo es, tomar conciencia de su “enfermedad, adicción, hábito...”

Lo que sí es seguro es que si elige recuperarse, dejará de ser una mujer que sufre por amor, para pasar a ser una mujer que se ama lo suficiente como para detener el dolor.
¿Por qué he permitido que me hagan esto?

Entonces podrá ver y reconocer a su pareja tal como es: un hombre a quien no le importan sus sentimientos ni la relación. En la mayoría de las ocasiones alguien que vive cómodamente en su propia vida, tomando de la relación tan sólo lo que necesita, sin aportar nada positivo.

Después: tendrá que recuperarse de la dependencia a los amores inadecuados, será difícil. como lo es recuperarse del alcoholismo, u otra dependencia. Pero es posible.

Cuando entiendas que provocó que buscaras este tipo de “amor”, podrás cambiar tus ideas  y tus sentimientos sobre lo que es: amar, pareja, familia, responsabilidad, compromiso, ayuda, cariño, respeto...

Resultará importante reflexionar sobre lo que buscamos y definirlo, porque las palabras van a marcar nuestros objetivos, nuestras expectativas y van a determinar en que grado son importantes para nosotras. No siempre la misma palabra significa lo mismo para dos personas, asegúrate de que recibes lo que quieres, lo llame como lo llame la otra persona.

Definir lo que queremos nos puede hacer sondear dentro de nosotras mismas y saber realmente lo que nos hace felices, cual es nuestra necesidad o que carencia está haciendo que busquemos parejas inadecuadas.

domingo, 4 de marzo de 2018

ACEPTAR LA ENFERMEDAD AYUDA




Cuando se trata de la pérdida de la salud, llegar a la fase de aceptación facilita la recuperación.

La aceptación es básica, partimos de algo que nos pasa a todos los niveles, físico, biológico, emocional, … en el momento que aceptamos trabajamos a favor de nuestra curación, de nuestro bienestar incluso cuando la enfermedad es terminal, ayuda a pasar lo que queda de vida con menos dolor emocional y físico.

El humor, aprovechar los buenos momentos, disfrutar de la naturaleza, de la risa de los niños, realizar esas cosas que nos llenan por completo y sobre todo declinar lo que nos cansa, nos aburre, nos impide seguir en el proceso de curar con salud y de forma positiva.

El humor nombrado, así como una palabra suelta, no dice nada, busca monólogos, acude a un espectáculo, queda con amigos para contar anécdotas, en fin, el consejo que te doy es que te rías ¿Por qué?, porque la risa eleva las endorfinas, las … todas las inas del cerebro y baja los niveles de estrés. Reír como farmacopea todo lo mejora, excepto cuando estas recién operado y reír te hace daño.

Estar con personas positivas: difícil elegir en momentos de duelo y pérdida las personas que te rodean, pero trata de tener a tu alrededor personas que te ayuden, que te respeten y que faciliten la vida. Aprende a expresar cuando estás cansada, deprimida, necesitas dormir, no deseas hablar o tan sólo agradeces compartir un silencio.

Pregúntales a tus tripas lo que realmente quieren y lo que les pasa y pide, se egoísta, se efectivo, se operativo, salir de una situación de impase requiere poner todos lo remedios a nuestra mano a funcionar.

Vulnerabilidad, confusión, angustia, decepción y autocompasión son algunos de los sentimientos que vive una persona diagnosticada con una enfermedad crónica. Pero hay que generar otro tipo de momentos, de empoderamiento de paz, de risa, de esperanza y tener en cuenta que vives dentro de tu cuerpo y debes hacer las paces con él para que juntos lleguéis lo más lejos posible sin discutir ni enfrentaros.

Conoce tu enfermedad, te ayudará a saber por donde más o menos se espera tu expectativa de vida, tomar las riendas de tu tratamiento y reducir la ansiedad de las personas que acompañan nuestro proceso.