sábado, 25 de agosto de 2018

EL DUELO


COSAS QUE NO SE DEBEN HACER
Evitar expresar sentimientos y obligar a la persona que ha sufrido la pérdida a asumir un papel determinado según los criterios propios de otra persona. Las frases "no pienses más en esto", "piensa en los demás", "no te preocupes", "tienes que ser fuerte", "no llores más", son además de imposibles inadecuados para poder apoyar a la persona. Debemos permitir que la persona tenga y exprese sus sentimientos sin transmitirle la sensación de que nos está defraudando.

Evitar la expresión de sentimientos dolorosos. Permitir y animar la manifestación de sentimientos dolorosos es una de los factores clave en la ayuda de las personas que han tenido pérdidas. Es importante el contacto físico como consuelo a la persona que experimenta esa aflicción.


Decirle a la persona que ha sufrido la pérdida lo que tiene que hacer. En cosas del dolor, el experto es quien lo sufre y es él el que tiene que hablar ("Duelo que no se habla es duelo que no se cura").

Decir "sé cómo se siente". Cada persona experimenta el dolor a su manera. Muéstrale tu comprensión "entiendo que tienes que sentirte mal" e invita a la persona a que comparta sus sentimientos si es su deseo.

Decirle "llámame o ven a mi casa si te sientes muy mal o necesitas algo". Cuando uno se siente tan mal no suele tener ganas de llamar o visitar a nadie. No esperes a que a que te busque, toma la iniciativa y llámalo o visítalo.
Sugerir que "el tiempo cura todas las heridas". En el primer período de duelo, de 6 a 12 meses no suele cumplirse esa sentencia.

Ante la demanda de ayuda, delegarla en otros. Nuestra presencia, interés y preocupación genuina es lo importante, aunque sea para compartir el silencio.
Urgir a la persona a superar su dolor. Cada persona tiene su tiempo y velocidad y las prisas no son buenas. El animar a la persona a ocupar el tiempo es una buena estrategia "por momentos", pero que simplemente aplaza y no soluciona el problema.

Retirar de la vista de la persona toda información referente al duelo, al dolor, la pérdida, la aflicción y el luto.

Aislar a la persona de su familia. El duelo es un "asunto de familia" y es ésta la institución más importante para la recuperación de la pérdida de un ser querido.

Olvidarte de la persona en duelo. Debido a que el proceso de duelo es largo y toma su tiempo, las personas se suelen agotar de prestar su apoyo y consuelo. Acuerde con la persona afligida la cantidad y calidad de apoyo que le puede ser más útil. No interrumpas de manera brusca su apoyo.

Rechazar cualquier tipo de grupo de terapia de duelo. Una de las personas más adecuadas para ayudar a alguien en duelo es precisamente otra persona en duelo que ya haya avanzado un poco más.


COSAS QUE SE DEBEN HACER

Leer e informarse de todo lo relacionado con el duelo, la aflicción y el luto. Si no sabes que decir, pregunta: "¿cómo ha estado hoy?", "¿cómo va el día?".
Mantener los oídos atentos para escuchar de forma activa, el dolor, la tristeza, la rabia, la frustración, la soledad y todos los sentimientos que acompañan a la aflicción. Intente escuchar un 80% y hablar un 20%.


Permite y anima la expresión de los sentimientos de dolor y pérdida del ser amado, sin salir huyendo ante la expresión de los mismos. Aprende a sentirte cómodo con el silencio compartido en lugar de intentar hablar para animar a la otra persona. Permítele compartir los recuerdos del ser querido.

No esperes a que el que sufre la pérdida te llame o te visite, hazlo tú. También puede ser muy útil tu ayuda en las tareas de la vida cotidiana.

Respeta las diferencias humanas en la expresión del dolor y la tristeza.
Permanece atento a la presencia de reacciones anormales o distorsionadas del duelo.

Anima a la realización de todas las actividades necesarias para la promoción, mantenimiento de la salud y prevención de enfermedades.

Estimula y anima para la participación en grupos de autoayuda.



SUBIRSE AL CARRO


Voy a hablar de nuevo de las crisis de pareja, quizás porque veo demasiado la televisión en su apartado de programas del corazón y todos los días escucho que tal actriz, o modelo o futbolista, o… se han separado.

En las relaciones de pareja hay que “currar”, y mucho, para que la relación funcione. Me decía una psicóloga a la que acudí con un problema de estrés ansioso, que el matrimonio es como un carro tirado por dos bueyes, lo normal es que el carro vaya ágil y que ambos bueyes tiren hacía la misma dirección del carro. Puede ser que en alguna circunstancia uno de los bueyes tenga la mala pata de fracturarse una mano y en ese espacio de tiempo, cuando se está curando la fractura, sólo uno de los bueyes tire del carro y este siga andando bien, pese al sobreesfuerzo que hace SÓLO uno de los bueyes.

A la contra será en otro momento cuando el buey que tiró tenga que descansar y subirse al carro por un tirón muscular…. PERO, hemos de procurar que lo de subirse al carro sea mínimo porque la pareja se cansa, se satura y corre el riesgo de que se rompa.


Comunicación, sexo, tener el mismo criterio educativo con los hijos y además consensuarlo en el dormitorio entre adultos, el dinero, los gastos, la gestión del tiempo libre…. Serán factores fundamentales en la pareja, pero no viene mal un autoanálisis personal en si estoy haciendo dentro del matrimonio todo lo que puedo, si estoy aportando al 100%, o quizás me estoy escaqueando.

Tomar contacto con las emociones no viene mal, la mayoría de las veces pagamos nuestras frustraciones, desavenencias y malos humores con las personas indebidas que tenemos más cerca y a las que maltratamos con un comportamiento generado en el trabajo, con los amigos, otros miembros de la familia, etc,

Antes de afrontar una situación que no podemos dominar conviene hacer una pequeña pausa, respirar por la nariz, relajarse, tomar distancia y si eso no fuera suficiente decirle a tu pareja que hoy ha sido un día malo que disculpe si no estás muy hablador. He puesto aquí directamente un hombre, si el caso fuera el de una mujer lo aconsejable es dejarla que vomite todas las palabras que le vengan a la boca, sin parar y en modo de escucha y una vez recogido todo lo hablado no hacer nada, la mujer sólo necesita escucharse y contar las cosas, no necesita consejos, ni que le arregles la situación, ella después de la verborrea es muy capaz sóla de encontrar sus propias respuestas.

Conviene de vez en cuando echar la vista atrás y volver a cuando os conocisteis y porque estáis juntos, se pierde un poco el origen de nuestro amor cuando pasa el tiempo y la rutina se posa como el polvo en los muebles.

Y sobre todo hay que tener confianza en la otra persona, a todos los niveles, personal, profesional, como padre o madre. Esta confianza sólo se conseguirá a través de hablar mucho, de contaros las cosas, de saber de la otra persona, de ser cómplice y estar alerta de lo que habla dice y sueña la persona que vive contigo.