miércoles, 24 de enero de 2018

SER UNA BRUJA: ALGUNAS REFLEXIONES

Si estás leyendo esto es porque te sientes diferente a las demás personas, porque te pica la curiosidad de saber ¿Qué es una bruja?, O tal vez, porque ha llegado la hora de despertar e iniciar un camino que te llevará a ser quién eres.

Primero hemos de definir la palabra bruja y al contrario de lo que se ha dicho en la historia fundamentalmente a través del cristianismo bruja es “mujer que sabe, que conoce, que ha escuchado a la naturaleza, …”

Bruja - significa mujer sabia, el símbolo de una bruja en cualquier sitio o sentido simboliza la energía femenina y sabia, que todos llevamos dentro, puede significar perfectamente nuestra sabiduría latente. Y puede ser en un hombre y en una mujer, porque todos poseemos energía femenina.

Sabemos mucho desde el principio de los tiempos, sobre las plantas, los animales y la naturaleza. Ellos, nos han proporcionado todo aquello que necesitábamos para recuperar la salud. Si digo recuperar la salud, porque la enfermedad no existe, tan sólo existe el desequilibrio en nuestros cuerpos que nos ponen enfermos.

Desde el principio de los tiempos, desde que éramos neandertales y después homosapiens, pero sobre todo a partir de los griegos y de que la medicina en los “países civilizados” empezó a depender de los hombres poderosos y de la religión, cada vez hemos sabido menos y menos las personas que vivíamos de forma civilizada.

Esto se puede demostrar porque todavía hay tribus en Amazonas y un Australia que siguen utilizando sus modos de curar, sin entrar en lo que siempre ha sido la medicina china y oriental, que pese a la globalización todavía son unas perfectas desconocidas para muchos de nosotros.

El contacto con las hierbas, con sus remedios, con las utilidades que podíamos darles para equilibrar nuestra salud, ha estado siempre relacionado con la cercanía al bosque, a la selva, a los ríos y los montes donde hemos encontrado las más diversas fuentes de equilibrio y salud.

Es difícil conocer la historia real después de tantos años, la historia la escriben los vencedores, y esconden todo aquello que no les es grato o de lo que no se sienten orgullosos. Pero trataré de dar unas pinceladas desde los pueblos antiguos hasta que llegó la Edad Media, donde realmente se “cazo a las brujas”, se les puso fama de diabólicas, se las denostó y se cometió el mayor genocidio de la historia hasta esas fechas.

Hay cierto paralelismo entre los druidas de los Homo sapiens y las civilizaciones que poblaron la Tierra, en principio, con el chamanismo, los hombres medicina, y cualquier otra figura que conozcamos en otras culturas de sur de Sur América, de Norteamérica, Australia, Nueva Zelanda, África ...

Observan y escuchan los cuerpos, conocen las hierbas, sus tiempos de cosecha y tratamiento y las aconsejan a sus pueblos. Cada cierto tiempo las personas dedicadas al cuidado de la salud de la tribu tienen una reunión más extensa en la que participan y comparten sus experiencias y sabiduría. Sabiduría que se trasmitirá a otra persona de forma oral, de forma pública si estas prácticas son aceptadas por el grupo o de forma clandestina, si la sociedad en la que se vive las oculta y recrimina.

Cuidan de los cuerpos y también de las almas, entienden que el dolor y el sufrimiento también forman parte del desequilibrio que un cuerpo, y el dolor o la tristeza también nos puede tener para enfermar.

Cuidan de sus cuerpos incluso cuando mueren y encontramos pueblos tan interesados en la muerte como puede ser el pueblo egipcio que embalsama a sus grandes hombres y mujeres para preservar los cuerpos enterrados en la en el viaje de la muerte.

Como solo voy a daros unas pinceladas os diré que toda Europa en sus diferentes culturas tribus y poblados durante muchos siglos fue partidario de esta forma de tratamiento médico.

No hay demasiados relatos del porcentaje de participación de hombres y mujeres en estas actividades, pero si se sabe que son fundamentalmente mujeres quienes conocen las hierbas de su zona y se dedican a las tareas de nacimiento y muerte.

Aunque también hemos decir que los primeros libros de medicina que se conocen de la zona oriental del Mediterráneo, sí que hablan de grandes hombres, varones, nada sabemos de la formación de las mujeres lo que si conocemos es que en Babilonia y Grecia ya empezaron a discriminar a la mujer alegando menor capacidad intelectual y menor discernimiento.

Esta pérdida de derechos de la mujer que ya se da en tiempos de los griegos, va a seguir a lo largo de la historia en todas las culturas. Cuando los griegos llegan a Egipto la mujer egipcia tiene muchos derechos y libertades, puede ser autónoma, puede separarse, tiene los mismos derechos que los hombres. Hemos dicho que la historia la escriben los vencedores, y a los hombres dejó de interesarles que la mujer tuviese tantos derechos.

Conviven la medicina de los hombres sabios que estudian en los libros, con la medicina de los brujos que observan la naturaleza y el bosque, durante mucho tiempo por varias razones una de ellas es la religión.

Hemos de encontrar aquí un gran escollo, vamos a encontrar a lo largo de la historia posterior a griegos y romanos dos grandes religiones que van a ser la musulmana y la cristiana, que fundamentalmente ponen en manos de los hombres médicos la labor de la salud y el cuidado de la enfermedad.

La religión, las diferencias, el miedo a lo desconocido y lo diferente hicieron que se perdieran los grandes tratados de la antigüedad que se hubieran podido guardar en bibliotecas como Alejandría, pero que fueron pasto de incendios provocados por la ignorancia de los ganadores, de alguna de las batallas en las que prevaleció la fuerza sobre la razón.

He dejado una religión aparte porque sí que encontramos grandes médicos y grandes investigadores entre la religión judía que al contrario que la cristiana y la musulmana sí que entienden que el funcionamiento del cuerpo y el alma van más unidos y qué cuentan con una formación diferente permitiendo la investigación en las formas de curar.

Llegamos a la Edad Media y fundamentalmente en Europa, nos encontramos un catolicismo qué impide el desarrollo de la medicina porque todo es obra de Dios, razón de Dios, o deseo de Dios.

Nos constan juicios por lo que entonces entendían como necromantikos que no era otra cosa que la disección de cadáveres para saber cómo funcionaba nuestro cuerpo por dentro, y no fue hasta muy entrado el Renacimiento cuando pudimos utilizar métodos científicos para poder diseccionar cadáveres y comprobar algunas de las teorías que ya se habían desarrollado en tiempo de los griegos.

Pero veamos a la mujer, siempre en segundo lugar en todo, en la casa, en la educación de los hijos, sin capacidad sin derechos, y siempre por detrás de un hombre. En la mayoría de los casos es una persona débil mental que pasa de padres a maridos o hermanos, sin derechos, formación ni opinión.

Mujeres que tienen permiso para salir a sus campos y atender a sus hijos, pero no tienen otros derechos, en una sociedad en la que la mayoría de los curas, no saben leer. La Biblia está escrita en esculturas a lo largo de todas las iglesias para poder explicar el catecismo y la vida de Jesús.

Mujeres que son posesión de sus maridos y que tan sólo tienen la función de parir con dolor y son seres demoniacos contaminados y llenos de tentación y peligro.

Mujeres que por otro lado, piensan, ven, escuchan, viven en el campo y van descubriendo bien sea de motu proprio, bien sea por transmisión oral, las propiedades de determinadas hierbas los métodos para curar, para entablillar una rotura, para ayudar a parir a otra mujer o al ganado, ....

Mujeres fuertes llenas de intuición y de poder, que de forma altruista, irremediable ayudan a los demás, escuchan, aconsejan, y son pilares fuertes de sus comunidades, en contra de aquellos curas que no saben leer pero tienen todo el poder de una iglesia que no permite que nadie que nada suceda sin ella.

Ahí tenéis la definición correcta de una bruja:

“Mujeres fuertes llenas de intuición y de poder, que de forma altruista, irremediable ayudan a los demás, escuchan, aconsejan, y son pilares fuertes de sus comunidades”

lunes, 22 de enero de 2018

LA FABULA DE LAS MANZANAS

Comparto con vosotras porque me parece un cuento gráfico que de una forma muy simple explica muchas cosas .,..

LA FÁBULA DE LAS MANZANAS

Estaban reunidos el mago Hermam y Uni, (el pequeño unicornio), hablaban de las injusticias de la vida y sobre el odio y el rencor, sobre el daño que estos hacen sobre quien los lleva consigo.

H - Ahora que estás calmado podemos empezar … ¿ves aquellas manzanas? (le pregunto)

U - Si, (contestó Uni)

H - Recoge una manzana por cada acto que necesitas perdonar. Después las meteremos en un saco y lo colgaremos de tu cuello.

U - ¿Para qué? pregunto Uni

H - No seas impaciente, con el tiempo lo sabrás con esto de forma enigmática

El unicornio, ayudándose con la boca, fue transportando el número de manzanas que creyó oportunas hasta los pies del hechicero. Tomo una por el rey triste. Otra por el mismo, ya que se consideraba culpable de lo sucedido. Una más por las hienas risueñas que se habían burlado de él. En definitiva, fue recopilando manzanas que el hechicero introdujo en su pequeño saco que, después, como ya había anunciado, colgó su cuello.

La única condición que le puso Hermam fue no desprenderse del saco bajo ninguna circunstancia, premisa que aún y no le pareció mal. A fin de cuentas, sólo eran un puñado de manzanas que podía transportar perfectamente sin mucho esfuerzo. Hermam sonrío. Ya que sabía, que ocurriría más adelante.


Los primeros días Uni no tuvo problemas con las manzanas. Era plenamente consciente de que las llevaba encima sujetas a su cuello. A veces, cuando dormía, el olor penetrante de las manzanas lo despertaba en mitad de la noche para recordarle que ellas seguían estando ahí. Cuando esto ocurría, rememoraba cada una de las ofensas paréntesis propias o ajenas cierro paréntesis que había sufrido y que había sido incapaz de perdonar o perdonad se.

No obstante, a medida que los días fueron transcurriendo, las manzanas empezaron a pudrirse destilando un olor agrio y un líquido putrefactos que incluso traspasaba el saco e impregnaba la piel del animal.


A estas alturas ya resultaba bastante tedioso transportar algo de esta naturaleza, entre otras razones porque las manzanas cada vez que hacían más pesadas. Era cómo llevar varios kilos a cuestas de algo que se pudría día a día sin remisión. Además, cuando galopaba debía preocuparse de no perder el saco de manzanas, cosa que ralentizaba una buena parte de sus tareas. Por culpa de las manzanas dejaba de atender otras cosas, sin duda mucho más importantes para él.

Un día no pudo soportar el olor putrefacto de las frutas y pensó en darse un baño para limpiarse de aquella peste. Cuando se estaba metiendo en un riachuelo cercano a la morada de Hermam, se detuvo en seco porque se dio cuenta de que con el agua las manzanas todavía se pudrían más. Y, posiblemente sería peor el remedio que la enfermedad. Así pues, pese al calor y dolor de las malditas manzanas, tuvo que renunciar a lo que realmente le apetecía.

Muy pronto, del interior de las manzanas comenzaron asomar pequeños gusanos y el hedor se torna insoportable. Entonces Uni, que había intentado permanecer hierático siempre que el hechicero le preguntaba por el estado de las manzanas se atrevió por fin a preguntar …

U - ¿Debo llevarlas mucho más tiempo encima?. Empieza a ser molesta tenerlas junto a mí. ¿No te incomoda este olor cuando me aproximo a ti?

H - claro resulta desagradable incluso para quienes estamos alrededor. No debes trasportar esas manzanas podridas contigo por más tiempo le explicó eres libre para desprenderte de ellas cuando lo decidas…, pero piensa que cada una de las manzanas de las que vas a deshacerte es lo que originalmente convinimos un acto (propio o ajeno) que necesita tu perdón. Si no estás seguro de desear perdonar y perdonarte, no podrás quitarte el saco de encima.

A pesar del olor, Uni y lo pensó dos veces. Al final decidió dar el paso. Y, de una dentellada rompió la cuerda que sostenía la bolsa y la apartó de sí con asco.


H - ¡Estupenda decisión! Acabas de ser consciente de que el odio el rencor se retroalimentan creando aún más odio y más rencor en ti y en quienes te rodean.

Uni no dijo nada. Se quedó mudo el resto del día meditando lo que el hechicero le había revelado. Por la noche, cuando Herman dormía tuvo que reconocer que aquello que había tardado tanto en comprender era cierto.

Se hizo la promesa de que desterraría de su vida todo el odio y el rencor que albergaba en su interior. Era curioso el hecho de que cuando se deshizo de las manzanas podridas sintió un alivio como nunca antes había experimentado. Se dijo que sería fabuloso poder hospedar esta sensación cuando fuese capaz de perdonar a los demás y lo que eran más importante dos puntos cuando se perdonarse a sí mismo.

A la mañana siguiente le dio las gracias al hechicero y le rogó ya con gran interés que le hablase más acerca del perdón y de los beneficios que éste traería su vida.

H - Aunque lo que voy a contarte te parezca algo sin sentido y carente de lógica comenzó Herman y queriendo un gran tazón de leche perdonar es un DON.

U - ¿Cómo es posible? (pregunto Uni)

H - Tú mismo presenciaste lo ocurrido con tus manzanas. Con el rencor y el odio sucede exactamente igual: te comen por dentro. Por eso, no merece la pena guardar esos sentimientos en nuestro interior.

U - Hay cosas que son difíciles de olvidar respondió Uni

H - desde luego nadie dice que sea fácil. Perdonar no significa que estemos de acuerdo con ciertas acciones que nos han causado dolor. Y, tampoco que las aprobemos. Perdonar no quiere decir que debas restarle importancia lo que ha sucedido en el pasado, tampoco implica darle la razón a quien nos hizo daño con sus actos. Perdonar significa dejar atrás los pensamientos que nos convierten en esclavos del odio y el rencor, perdonar significa aceptar lo que ocurrió.

U - ¿Quieres decir que todos podemos equivocarnos?

H - Eso es, contestó Herman. Hay que partir de la base de que somos seres imperfectos, falibles y que por eso razón cometemos errores a lo largo de nuestra existencia. Pero no podemos permitir que nuestra culpa o la de los demás dañe nuestro interior, porque está acabará por debilitar nuestra autoestima, lo que nos hará sentirnos peor.

U - ¿Tenemos que aceptarnos como somos?, ¿es eso? (pregunto el unicornio empezando a entender lo que quería decir el hechicero)

H - Claro, aceptarnos tal como somos, con nuestros defectos, manías y virtudes, fomentamos el crecimiento de nuestra autoestima y nos sentimos mejor. Por eso, cuando seamos conscientes de haber errado, debemos pedirle perdón a quien perjudicamos con nuestra acción y también a nosotros mismos. Esa es la única manera de liberarnos del resentimiento y de quién nos hizo mal. Y, mientras no lo hagamos algo invisible pero palpable en nuestro corazón, nos encadena a la fuente de dolor.

U - ¿La falta de perdón es como un veneno verdad?

H - Exacto. Tú has podido sentir resbalar por tu piel ese veneno. No perdonar supone alimentarse diariamente y una dosis muy pequeña de ponzoña que se va inoculando en nuestro espíritu poco a poco. No es mortal, pero a la larga se condena y nos perjudica porque neutraliza nuestros recursos emocionales.

U - Eso quiere decir que perdonar nos hace más bien a nosotros que al prójimo le pregunto Uni

H - Aunque parezca una contradicción así es. Cuando perdonas en realidad no estás ayudando a quién te hizo daño, sino a ti mismo. Esto es así porque gracias al perdón te deshaces de los sentimientos negativos que albergas hacia esa persona, lo que favorecerá que regrese a ti la paz y el equilibrio interior.

U - ¿Y cómo se empieza?

H - Lo primero es aceptar el dolor dijo Hermam, no sirve fingir que lo que ha ocurrido no nos importa. Esto tan solo contribuye a echarle tierra por encima el problema. Hay que reconocer nuestro dolor. Y eso tú ya lo has hecho.

U - ¿Y después?

H - Hay que desterrar los deseos de venganza. Aunque a veces esa persona merezca lo que le pase, no es bueno hacer pagar al otro con la misma moneda. Esa es solo una postura autodestructiva que no beneficia nadie. Y eso también lo has hecho: Pudiste acabar con el rey triste y sin embargo no lo hiciste.

U - Es verdad (musitó el unicornio) ¿Qué puedo hacer después?

H - Debemos valorar el beneficio que nos traerá el perdón, nunca la pérdida. Hay que pensar que el acto de perdonar hará regresar a nuestra vida la paz interior del equilibrio emocional perdido. Y eso yo no estás haciendo nuestros momentos, con esta conversación.

U - Cuéntame más …

H - Debes buscar soluciones, cuando las haya, no culpables. Recuerda que se trata de recuperar nuestro equilibrio perdido (dijo el hechicero) A veces malgastamos demasiado tiempo buscando culpables en lugar de afrontar el problema.

Como el unicornio seguía atentamente las explicaciones de Hermam, este continuo:

El paso siguiente es de los difíciles …, De hecho, a lo largo de la historia de la humanidad ha sido la fuente de muchas guerras: no se pueden poner condiciones al perdón. Cuando lo hacemos es fácil caer en el chantaje y entonces, el perdón se convierte en otra cosa. No vale decir: “te perdono si haces o dejas de hacer esto o aquello”. Tampoco sirve condicionar el perdón a premisas como: “cuando vea lo que has hecho esto o aquello te perdonaré”. Esta actitud lo único que provoca es que se aviven las emociones negativas.

U – Pero… (el unicornio inició una protesta)

H - En este caso no deben existir los peros (lo interrumpió Hermam) O se perdonan desinteresadamente o no se hace de verdad. Ya te expliqué que el perdón es un Don, un regalo que hacemos a quien nos hizo daño. Hay que perdonar sin pedir nada a cambio. Uni, no olvides nunca que el perdón es igual que el amor: simplemente se da, aunque no sea correspondido.

U - En cierta ocasión, la primera vez que me hablaste del perdón, te pregunté si tú podías perdonar (quiso saber Uni) y contestaste que ya lo habías hecho …

H – Así es … Yo aprendí a perdonar hace tiempo, cuando el rey triste me hizo encerrar en la torre del castillo por haber contradicho lo que se sentenció el resto de los hechiceros reales

U - ¿Vivías en el Reino triste?

H - Sí, quizás te sorprenda saber que era el Primer Hechicero Real. Pero cuando el rey solicito mi opinión sobre si debía o no capturar una cría de unicornio para tratar de recuperar el cariño de su hija y le expliqué que creía que eso sería un grave error, no quiso escucharme y me encerró en la torre más alta del Reino (explico en tono neutro). Al final, después de meses por consejo del resto de los hechiceros que ambicionaban mi puesto, fue desterrado.

U - Y pudiste perdonarles algo así pregunto Uni extrañado

H - Al principio no. Estuve mucho tiempo aislado, viviendo en una cueva. Lo único que podía hacer era mascullar todo el daño que me habían hecho al rey y la envidia de los hechiceros.

U - ¿Y entonces?

H - Apenas dormía por las noches. Y como empleada este tiempo de descanso dándole vueltas a una suerte de venganzas que estaba dispuesto a emprender contra ellos. En vez de apreciar las cosas buenas que me proporcionaba la naturaleza o en lugar de reconstruir mi vida levantando una cabaña cómo está, me dedicaba a maquinar de qué forma iban a desquitarme por todo el dolor que me viene infringido.

U - ¿Y cómo conseguiste quitarte todo ese odio de encima?

H - Al final era él o Yo … (contesto Hermam). Era una cuestión de supervivencia. Lo que ha pasado con tus manzanas empezó a ocurrir con mi organismo. Mi cuerpo comenzó a corroerse igual que mi alma. Sólo fui capaz de asimilar lo ocurrido, de perdonar desinteresadamente a quienes me hicieron daño, puede sanar mi espíritu. Éste, ya recuperado, ayudó a fortalecer mi cuerpo.

U - ¿Podré curar mi espíritu también?

H - Seguro que podrás … Ya has dado el paso más importante, el que más cuesta: “tienes la intención de perdonar”


“El perdón es un don. Y, se ofrece desinteresadamente, igual que el amor”

domingo, 21 de enero de 2018

BIENVENIDAS EN 2018

BIENVENIDAS EN 2018

Vayan desde aquí las letras que van a comenzar esta etapa de mi vida. Si alguien me leía cuando este blog era mi instrumento de salida al mundo, hace tiempo que no puede hacerlo, porque me fui, estuve entretenida y ocupada en otros temas.

Como sólo quiero dar un hola, tan sólo voy a hacer una introducción, un aquí estoy y espero que esa vez sea para quedarme, para escribir por lo menos una entrada a la semana y pensar en MUJER.

MUJER, son muchos temas, belleza, espiritualidad, familia, pareja, autoestima y un largo número de conceptos que no se pueden relatar sin dejar ninguno.

También quiero contaros historias, de esas que me han ayudado a trabajar: inseguridad, toma de decisiones, crecimiento personal,… las que han guiado mis pasos.


Y si cualquiera que me lea quiere hacerme preguntas, por supuesto contestaré encantada, cualquier aportación es bienvenida